viernes, 11 de febrero de 2011

"Los jóvenes árabes ya tienen su lugar en la Historia; han conseguido algo inimaginable"


PRIMERA PARTE

Se acabó. Muhammad Hosni Sayyid Mubarak, más conocido como Hosni Mubarak o 'El Faraón', abandonó el poder tras las históricas protestas multitudinarias que, durante 18 días, abarrotaron la plaza de la Libertad en El Cairo y las principales ciudades de Egipto. Eso, a pesar de que la misma noche de antes el dictador advirtió que no aceptaría presiones del extranjero en un discurso donde se aferraba descaradamente al poder. Sin embargo, lo que Mubarak no aguantó fue la presión del pueblo. De su propio pueblo.

"Estamos ante un claro parte aguas en Oriente Medio", asegura José Alberto Moreno Chávez, licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana y Doctor en Historia por el Colegio de México (COLMEX), quien analiza en entrevista el horizonte inmediato del nuevo Egipto pos Mubarak, y quien, a pesar de la euforia y la alegría del momento, advierte que "una verdadera democratización no tendrá lugar hasta que el Ejército vuelva a los cuarteles y deje el gobierno en manos civiles". De lo contrario, insiste, Egipto puede convertirse en una democracia ad hoc."No basta con que se celebren elecciones. Debe haber una transición dentro del Ejército para que exista una verdadera democratización en Egipto y en todo Oriente", afirma Moreno sin dejar de reconocer la valentía de la calle. "Los jóvenes ya tienen su lugar en la Historia. Han logrado algo inimaginable".

"Por ahora, Egipto no tiene un líder de futuro. El poder está en manos del pueblo"

Al fin, después de 18 días de constantes protestas en Egipto, Hosni Mubarak ha decidido abandonar el gobierno y deja la suerte del país en manos del Ejército. Ahora todo es júbilo y alegría en la calle. Sin embargo, ¿qué podemos esperar tras su salida?

A raíz de la salida de Mubarak del poder podemos esperar varios escenarios. En primer lugar, uno donde Omar Suleimán sea una suerte de 'ejecutor de transición', lo cual podría generar a mediano plazo que se convocaran unas elecciones en septiembre. Llegado este momento, se debería plantear qué fuerzas políticas participarían en estas elecciones y, sobre todo, qué papel jugaría el ejército en las mismas.
El otro escenario que podría tener lugar tras la salida de Mubarak, sería el reforzamiento del aparato represivo egipcio en la figura de Suleimán como alguien que tome el poder aprovechando la situación a pesar de las protestas populares. Si esto sucediera, veo otros dos escenarios posibles: o bien se calman las manifestaciones, o bien la situación desemboca en una guerra civil o un conflicto mayor. Por lo tanto, estos serían los tres escenarios posibles: transición hacia la democracia, continuidad del régimen egipcio en la figura de Suleimán, o guerra civil.
Sin embargo, no podemos obviar el poder que ha obtenido la gente al manifestarse en la calle y al lograr la renuncia de Hosni Mubarak. Con ello han logrado algo inimaginable hace un par de meses y con ese empoderamiento no será tan fácil para las fuerzas políticas imponer reglas en donde el pueblo no esté de acuerdo.

Ahora todo queda en manos del Ejército. Sin embargo parece que en la población existe una cierta inquietud. ¿Cuál cree que será su papel? ¿Favorecerán una transición ordenada que desemboque en unas elecciones libres el próximo mes de septiembre?

Es difícil dilucidar en este momento cuál será el papel del ejército. Podemos ver dos escenarios probables: en el primero, el ejército se mantiene como garante del Estado y del régimen haciendo una reforma light y nos enfrentaríamos hacia el gatopardismo. El segundo escenario más optimista es en donde el ejército co-ayuda a hacer la transición, compartiendo el espacio político con los civiles.
Ahora, no debemos olvidar que el régimen egipcio es esencialmente militar y probablemente no dejen de improvisto los puestos claves en el gobierno. Para consolidar una transición democrática completa, el ejército debería regresar a los cuarteles y dejar el gobierno en su totalidad en manos de civiles, pero este es un escenario demasiado ambicioso para que se dieran en un corto plazo.
De cualquier manera, y eso se relaciona a la pregunta anterior, el poder que ha obtenido hoy el egipcio de a pie, hará que cualquier maniobra en donde no estén de acuerdo se enfrente a una fuerte oposición y manifestaciones. Sin duda este elemento complejiza cualquier negociación cupular, por lo cual le será más difícil obviar las demandas populares.

"Celebrar elecciones no es suficiente; es necesaria una transición dentro del Ejército para que haya una verdadera democratización"

¿Realmente está preparado Egipto para una democracia?

Yo creo que sí. Si la calle está demandando democracia, es visible que sí están preparados y que son capaces. Negarlo me parece que es adoptar una postura colonialista en donde pareciera que por ciertos rasgos culturales o incluso genéticos los pueblos árabes o de Oriente Medio fueran incapaces de hacer cambios de régimen democráticamente. Sin embargo, se está viendo que son tan capaces que así lo están demandando, por lo que no se trata de una cuestión cultural sino ciudadana.

"Es difícil dilucidar el nuevo papel del Ejército; pero no podrá obviar las demandas populares"

Tras la salida del dictador, ¿ve algún personaje clave que pueda asumir el liderazgo del país?

Por el momento, en las manifestaciones no ha habido un líder. No sabemos si Wael Ghonim (bloguero ejecutivo de Google que salió recientemente libre tras ser detenido por la policía del régimen), puede ser considerado como un líder o como flor de un día. Mohamed ElBaradei (premio Nobel de la Paz) me parece que tampoco es un líder, porque ha pasado muchos años fuera de Egipto. Es casi un desconocido en su país; no tiene una base popular y regresó en una manera ciertamente oportunista, aprovechando la situación. Por lo que no podríamos hablar de un líder de futuro para el país. Por ahora, lo que estamos viendo es que el poder reside en una masa popular donde no hay una figura que destaque por encima del resto, lo cual hace que este movimiento sea políticamente muy interesante a diferencia de otros casos, como Irán en el 79, donde sí había líderes visibles que llevaron al país hacia una transición que desembocó en la actual República Islámica de Irán.

De no ser por Facebook y Twitter, ¿Mubarak seguiría en el poder?

Bueno, lo que podemos decir es que la importancia del Facebook, del Twitter y de las redes sociales en su conjunto está siendo fundamental. Está habiendo un gran cambio en este sentido, y no solo porque se estén usando para convocar manifestaciones. Lo que ha cambiado es que puede haber una politización en las redes sociales, algo que no ocurría antes con otros medios de comunicación. Sin embargo, lo verdaderamente fascinante es que nosotros podemos ser parte de las protestas, entre comillas, porque podemos seguir las revueltas en vivo a través de estas redes. Es decir, podemos formar parte de la historia sin estar presente. Y por ello, las redes sociales son parte fundamental para entender la nueva organización social; son un instrumento mucho más libre y democrático que cualquier otro. Tanto es así, que lo primero que hacen los gobiernos dictatoriales es censurar el uso de Internet. Sucedió en Egipto, donde la cadena de televisión estatal evitó imágenes de la revuelta, por lo que Twitter y Facebook fueron básicamente las herramientas de muchos egipcios para saber qué estaba pasando. Y eso, desde mi punto de vista, si supone una revolución radical.

"Egipto está listo para una democracia. Negarlo es adoptar una postura colonialista"

Miremos por un momento al futuro. Por un lado se habla del 'modelo de Irán' como una república islámica para Egipto. Sin embargo, hay muchas voces que también abogan por el 'modelo turco' de república laica. ¿Cree que algunos de estos modelos serían posibles en un país como Egipto?

Más que el modelo turco o el iraní, lo conveniente para Egipto sería el 'modelo egipcio'. Creo que la sociedad egipcia está lo suficientemente madura para explorar caminos propios. No obstante, Egipto ya tiene un alto grado de laicidad. No olvidemos que el actual régimen a pesar de ser dictatorial, es un régimen laico. Por tanto, no veo que un nuevo gobierno suponga una ruptura radical con este modelo. Por el contrario, creo que se enriquecería, con un gobierno democrático y un juego parlamentario mucho más participativo. No debemos tener miedo a ver un Egipto laico y en funcionamiento. Los temores sobre la islamización no tienen fundamento real. Son especulaciones al aire.
Por otra parte, le diré que el llamado 'modelo turco' es un modelo altamente militarizado. No olvidemos que, de cuando en cuando, los militares levantan la ceja cuando alguna medida del primer ministro turco Erdogan no les convence. Entonces, el problema en el Medio Oriente no es la religión, sino la militarización. Por lo que lo deseable para Egipto o para Oriente en su conjunto es una transición a la Latinoamericana; esto es, pasar de regímenes altamente militares a regímenes civiles. Un primer acercamiento sería, claro está, que haya elecciones libres. Pero después, el siguiente paso sería que, como ya apuntamos, el ejército regresara los cuarteles para vigilar la seguridad nacional, no para decidir el rumbo político del país o intervenir en los asuntos del Estado. Es decir, no puede haber una transición completa en Egipto si el Ejército no hace una transición completa. Y lo mismo sucede para el conjunto del Medio Oriente: no podrá democratizarse si el Ejército no vuelve a los cuarteles. De lo contrario, estaremos ante una democratización ad hoc, que es lo que sucede con el caso turco, donde es cierto que sí hay elecciones más o menos libres y hay un cierto juego democrático donde se nos presenta una cara laica, pero donde el ejército sigue controlando muchas de las decisiones del Estado.

Entonces, ¿no estaríamos realmente hablando de una democracia como tal?

Bueno, representaría una democratización ad hoc y no una verdadera democratización del Medio Oriente. Y esto es, precisamente, lo que quieren Estados Unidos y los gobiernos europeos. Es decir, que sí haya un cierto juego democrático donde se celebren elecciones, pero que el Ejército siga manteniendo el control del país por si, por ejemplo, algún gobierno decidiera nacionalizar el petróleo.
En definitiva, no basta con que se celebren elecciones. Debe haber una transición dentro del Ejército para que exista una verdadera democratización de Oriente. Porque si mañana los militares vetan que ganó el partido equis o el partido i, eso no es una democracia, es una pantomima.

"¿Modelo turco o iraní? Lo deseable sería el modelo egipcio. La sociedad está madura para emprender su camino"

¿Podría extenderse el llamado 'efecto Túnez' a otros países como Argelia, Siria, Marruecos, Libia, o incluso la propia Palestina?

Yo no soy partidario de la teoría del llamado 'efecto Túnez' o 'efecto dominó'. ¿Por qué? Porque lo que está sucediendo en Egipto viene de meses atrás. Tenemos en este sentido lo que sucedió en noviembre durante las fraudulentas elecciones al Congreso, lo cual generó un gran descontento y desconfianza en la población egipcia. Tenemos también un atentado en Alejandría a finales de diciembre en contra de la comunidad copta, lo cual desembocó en manifestaciones en Alejandría y El Cairo a favor de esta comunidad y del modelo de convivencia laico. Y en ese interciso ocurre lo de Túnez, que tiene su lógica propia. En cuanto a Palestina, en el caso de que se produjera una coyuntura similar a la que se vive ahora en Egipto –por ahora las manifestaciones han sido absolutamente prohibidas, incluso para apoyar al pueblo egipcio-, habría en primer lugar que ver cuál es la reacción en la calle. No olvidemos que en estos momentos hay una gran división entre la parte que representa Hamás en Gaza y la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania.

Pero, ¿no ve ciertas similitudes entre las revueltas en Túnez y Egipto?

Es cierto que los manifestantes egipcios se pudieron inspirar en lo sucedido en Túnez, pero el problema en Egipto es local; es el desgastamiento de un régimen combinado con el aumento de los precios de los alimentos, la caída del poder adquisitivo y la falta de oportunidades para los jóvenes. Entonces, en mi opinión no hay cabida para una teoría del dominó o un posible 'contagio' (seguramente en Arabia Saudí unas protestas así no tendrían éxito debido a que se trata de un régimen mucho más sólido que el egipcio), mientras que, por el contrario, sí podemos hablar de dos fenómenos que tienen lógicas propias que ocurren simultáneamente.

"No debemos tener miedo a un Egipto laico. Los temores sobre la islamización no tienen fundamento"

¿Cómo afecta la situación en Egipto a México?

Principalmente, a México le afecta por la cuestión del petróleo, cuyo precio ha ido aumentando desde que inició la crisis. En este sentido, no olvidemos que gran parte del petróleo de la Península Arábiga pasa por el Canal de Suez hacia Europa, lo cual está provocando alzas en su precio y ello puede repercutir también en el precio del petróleo mexicano. Pero no es solo la única consecuencia. Como anécdota histórica, sabemos que Nasser, al tomar el poder, pidió asesoría al gobierno mexicano de aquel entonces para formar el nuevo estado egipcio. Entonces, la relación entre México y Egipto de manera política, aunque nuestra transición ocurrió hace diez años, es vital para entender en un espejo lo que podría haber ocurrido en nuestro país hace una década de no haber tenido lugar una transición.

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EL EXPERTO
José Alberto Moreno Chávez es licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana y Doctor en Historia por el Colegio de México (COLMEX); se desempeñó como Fox International Fellow en la Universidad de Yale y actualmente es miembro del Posdoctorado del Colegio Internacional de Graduados Entre Espacios en la Universidad Libre de Berlín.


(En breve, la segunda parte de la entrevista con José Alberto Moreno Chávez, experto en Relaciones Internacionales, donde analiza la situación de Israel y el papel de Estados Unidos en el nuevo Egipto pos Mubarak)

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