lunes, 5 de octubre de 2009

Diplomacia Exprés: 'Polanski'


Manuel Ureste / Diplomacia Exprés

Precisamente, el sábado pasado —un día antes de que detuvieran en Zurich al cineasta Roman Polanski—, estaba yo tumbado en el sofá escuchando llover y viendo tranquilamente ‘El Pianista’ con mi bote de palomitas extra de mantequilla.

Gran película, por cierto. Toda una obra maestra sobre la barbarie nazi en la Segunda Guerra Mundial, que me conmovió desde el principio e hizo que se me escapara alguna que otra lagrimilla después de tres horas de penurias, hambrunas, violencia ‘holocáustica’, e injusticias nazionalsocialistas. En fin, un peliculón con mayúsculas del director franco-polaco.
Sin embargo, al día siguiente, con la cuchara llena de cereales aún en la boca, me sorprendió ver en la primera plana digital de los diarios de medio mundo la noticia de la detención del cineasta justo cuando descendía del avión para ser galardonado en el festival de cine de Zurich por sus geniales obras en el ‘Séptimo Arte’.

Al parecer, esta vez la ‘triquiñuela diplomática’ de la ciudadanía francesa no le va a servir a Polanski para escapar de las largas garras de la justicia estadounidense –Suiza no forma parte de la Unión Europea–, la cual lo reclama desde hace 32 años por el delito de abuso de una menor. Delito, por cierto, que ya le impidió recoger en Los Ángeles el Oscar a la mejor dirección por ‘El Pianista’ hace unos seis años.
Y claro, ahora surge la polémica tanto en el mundo del cine como en el de la política internacional.
Por un lado, cineastas e intelectuales de medio mundo claman por su libertad, mientras que muchos otros consideran vergonzosos esos llamamientos, incluidos los de algunos líderes franceses, como el propio Sarkozy, o el ministro de Cultura galo, Fréderic Miterrand.
Mientras tanto, en Estados Unidos piden no hacer del asunto una cuestión diplomática con Francia, aunque, eso sí, exigen que el maestro del cine cumpla como cualquier hijo de vecino.
Y, pues que quieren que les diga. Que esta vez estoy de acuerdo con los EU. Porque como decimos en España, no hay que mezclar el tocino con la velocidad.
Que una cosa es que Polanski sea un gran director de cine. Un genio. Un artista sublime. Pero antes que nada y antes que todo es un ciudadano. Uno más entre la gran masa anónima. Con todos sus derechos frente a la Ley y todas sus obligaciones ante la Justicia. Y si no cumplió su condena cuando debía, debe hacerlo ahora. A pesar de que hayan pasado 32 años, y a pesar de que la chica lo ‘perdonara’ a cambio de una cifra multimillonaria de dólares.
De lo contrario, estaríamos cayendo en un peligroso antecedente de ‘inmunidad artística’ que trascendería más allá del mundo ficticio de Hollywood.
Porque, ¿qué hubiera pasado si el mismo delito de violación lo hubiera cometido hace 32 años un cartero de los barrios bajos de Varsovia, y después se hubiera fugado de las autoridades?
En efecto. En ese caso el cartero llevaría unas tres décadas entre rejas y nosotros no estariamos hablando de este asunto en una columna de opinión.

Artículo publicado en Diario El Mundo de Córdoba, el domingo 3 de octubre de 2009

3 comentarios:

Fernando dijo...

Manuel, como dices, pues qué quieres que te diga: de acuerdo con tu opinión: el arte no da ninguna prerrogativa de impunidad.

Diabla Región 4 dijo...

Me parece difiícil desde la óptica de que enjuiciar a tus héroes personales es más complicado de lo que parece. es como si los niños se enteraran que el Pato Donald es un depravado sexual que abusa de sus sobrinos.
Polémico caso. Yo mejor me limito a ver sus películas

La Maquinista Yey★ dijo...

Es un tema delicado, pero al que no se le puede ignorar así como así. Coincido contigo mi querido Manu, el cineasta por muy artista que sea debe ser juzgado como un ciudadano cualquiera!!!
Claro, una cosa es de lo que se le acusa y otra muy diferente que es un gran director, así que no dejaré de ver sus pelis.

Saludos!!!
Manu andas muy ausente!